Anectodas de un ciego


Siempre dude de los sueños. Recuerdo de pequeño, todos los sonidos hacían clamor a mis oídos diciendo “Lucia”. Aquella a quien, ame por demás.El amor es triste. Aunque entregarnos de corazón, podría hacernos buenas personas inciertamente.
La vida son manos. Juegan en la tierra y cantan. Las nubes bajan y entonan melodíasCasi me recuerdan a mahler, Schubert o algún otro compositor. No los recuerdo bien, no quiero recordarlos,Pero sus idílicas melodías, se escuchaban hasta mi habitación. Provenían de al lado, de casa de mi abuelo.
Razonamos y gozamos. Me gustan las niñas. Siempre me gustaron. Aun ahora de adulto, me siguen gustando. Me creerán enfermo. Ellas me inspiran ternura y una belleza que nunca madura. Un hoyo se abre en mi pecho.¿Te gusta llamar la atención? Es terrible. Nuestro aspecto.Sus caras se deforman y sufren, podría desencadenar una utopía (si así puede llamarse)Por ende, hablan, caminan y ríen horrible. Siempre dije que las personas son horribles.Como dijeron los labios de boileau “No hay nada bello sino lo verdadero; sólo lo verdadero merece amarse.A veces en las noches, cuando las estrellas bajan, y las aves duermen. Los chirridos de las ranas y las nubes del cielo despejado. Son lindos los amaneceres, cuando tienes con quien admirarlos.Solo, es preferible no haber nacido. Bueno, prefiero sentarme en el rincón de la cantina. Y que nadie se acerque

1 comentario:

MM1 dijo...

El amor es triste, pero ciertamente adictivo